
Miro el reloj, estoy en tiempo,
arranca el coche ruidosamente,
llego a mi lugar de siempre
hora de almorzar, un café en el bar,
con croissant que me enloquece.
Vuelvo a mirar el reloj,
queda tiempo,
regreso a mi deber de siempre.
Hora de ida.
el coche entre neblinas apura,
para llegar antes de las nueves.
La TV se enciende y en minutos la apago,
lo mismo de siempre,
Parlamentos, Congresos y ofensas entre las gente,
violencia y accidentes.
Pongo mi música,
mientras un té me ennoblece,
y me preguntas tú, ¿por qué ?
No ves que ya anochece.
autora: Ariagny